Viajar al alcance de un click
La vuelta de las Navidades a la rutina, el reciente San Valentín, las elecciones de IE Student Government y la cada vez más esperada llegada de la Semana Santa plantean inevitablemente una pregunta que ronda la cabeza de muchos: ¿cómo puedo disfrutar al máximo de estos break? ¿Cómo y en qué invierto mi tiempo? Existe una respuesta que está ganando fuerza y popularidad entre los estudiantes: viajando.
Gracias a las nuevas tecnologías y la feroz competencia en el mercado turístico del mundo globalizado en el que vivimos, viajar ya no es algo que sólo puedan permitirse unos pocos. Esto incluso ha dejado de ser una decisión que haya de meditarse mucho o que tenga un gran impacto en la vida diaria. Páginas como Drumwit y Airhopping, compañías aéreas como Ryanair o los famosos youth hostels o Airbnb’s han hecho posible que se pueda viajar a muy bajo coste si uno se lo propone. Los viajes con amigos, compañeros de clase o en pareja no son nada “nuevo” en la comunidad estudiantil del IE, pero lo que sí es una novedad es que ahora se puede viajar a más destinos con el mismo presupuesto.
Cada vez son más los alumnos que están pendientes de las ofertas que lanzan las empresas low-cost y compañías para viajar por Europa, especialmente, aquellos alumnos no europeos. El venir de otro continente y tener a un tiro de piedra tantas ciudades de gran valor cultural es todo un lujo. Sin embargo, este fácil alcance al que ahora se tienen semejantes destinos son dos caras de una misma moneda.
Pero, el hecho que viajar esté a un click de nosotros no ha de cegarnos e impedirnos valorar la actividad de viajar propiamente dicha. Viajar no es probar un restaurante al que nunca se ha ido o pasear por una calle que no se conocía, sino una brillante oportunidad para conocer otra cultura, apreciar maravillas arquitectónicas y acercarse a otros estilos y modos de concebir la vida. Así, no se debe permitir que esa accesibilidad banalice y contamine la esencia de tal bonita actividad.
Asimismo, desde aquí invito a todos los lectores a aprovechar la suerte de ser de las generaciones que pueden concebir el viajar como un plan posible y realista a realizar con nuestros amigos. Pero siempre exprimir al máximo las oportunidades brindadas, porque, al fin y al cabo, nadie sabe en cuántas otras ocasiones se podrá viajar con la energía y vitalidad de un estudiante universitario joven.
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